10 Tesis sobre la Construcción de un Partido de Trabajadores Revolucionario
¡No solo queremos pelear, también queremos vencer!
-Dolores Mujica-
1. La sociedad sigue dividida en clases. En lo que va del siglo XXI la estructura fundamental del sistema capitalista sigue basándose en la explotación y en la existencia de la propiedad privada, tal y como lo plantearon Marx y Engels. La lucha de clases sigue siendo “el motor de la historia” y la clase trabajadora sigue siendo la única clase capaz de realizar una revolución mundial, que junto al pueblo pobre, el movimiento estudiantil, las mujeres trabajadoras y pobres, y los pueblos originarios, termine con toda opresión y explotación. Sobre la base de esta estructura fundamental es que se han realizado las grandes transformaciones, las re-estructuraciones económicas, políticas y sociales, los cambios de regímenes, cambios de subjetividad. Esta es nuestra concepción y es nuestra visión del mundo.
2. Si una sociedad está divida en clases habrá revolución. Del mismo modo en que habrán crisis y guerras. El siglo XX lo demostró. Revoluciones hubieron de muchos tipos: la cubana, la china, la mexicana, la rusa. ¿Qué tipo de revoluciones habrá en el siglo XXI? O mas importante aún ¿qué tipo de revoluciones queremos para el siglo XXI? Nosotros creemos que de todas, la revolución rusa fue la más avanzada, no solo porque llegó a conquistar un estado obrero (y las lecciones que podemos sacar de su posterior burocratización en manos de Stalin y la lucha en su contra que dio Trotsky hasta ser asesinado) sino porque fue una revolución obrera y socialista, que se hizo sobre la base de consejos obreros: los soviets. Consejos que funcionaban con delegados obreros, controlando y dirigiendo las fábricas, empresas y talleres, en una alianza revolucionaria con el conjunto del pueblo pobre. Expropiando y derrocando a los burgueses y a sus defensores, mediante una insurrección armada, con un partido revolucionario, el Partido Bolchevique conducido por Lenin, a la cabeza, que organizó a los mejores luchadores obreros, intelectuales y populares. Nuestra estrategia revolucionaria por lo tanto es una estrategia soviética, que considera que la dinámica de la revolución es permanente (en contra de la “revolución por etapas” del Partido Comunista que lo lleva a colaborar con la burguesía) y necesariamente internacional. De este modo y contra la visión de los partidos-ejército de la guerrilla, que terminan siendo ellos mismos quienes administran el poder, para nosotros, el poder debe ser de los trabajadores. Esta es la estrategia que adoptamos.
3. Para que la revolución sea obrera y socialista se necesita una estrategia soviética. Una estrategia soviética necesita un portador, esto es, un Partido de Trabajadores Revolucionarios en la lucha de clases. Un partido capaz de enfrentar a la burguesía y a la burocracia. Enfrentarse a su represión y a su estado. Actuando conspirativamente cuando sea preciso. Preparándose en los “tiempos de paz” con el trabajo gris, paciente y cotidiano, y actuando revolucionariamente en los “tiempos de guerra”. Un partido porque los colectivos desaparecen y se deforman. Con tradición, teoría, periódicos regulares. Un partido internacional para la revolución, que no solo se desarrolle en un país, sino que desarrolle sus esfuerzos hacia países estratégicos para el capitalismo como Francia, Brasil. Con tribunos del pueblo, que presenten candidaturas, y hagan de cada hecho de la realidad una enorme agitación revolucionaria contra el capitalismo. Un partido inserto en los lugares de trabajo, en las escuelas, poblaciones y universidades. Haciéndose en la experiencia de los años, construyendo a diario, ganándose el prestigio y el reconocimiento con la lucha. UN PARTIDO PARA EL COMBATE. Con influencia cultural. Respondiendo a las necesidades de todos los explotados y oprimidos. Un partido en la propaganda y en la acción. En la combinación de políticas y de tácticas. En la lucha combinada por construir una verdadera organización revolucionaria y por desarrollar a su vez las organizaciones propias de las masas. Esta es nuestra principal tarea política. Nuestra prioridad.
4. Un partido revolucionario tiene que ser capaz de responder a las exigencias de la realidad en la que está inmerso. Construirlo en Chile implica poner al centro la lucha por las más elementales demandas democráticas, ligándolas a la lucha por la revolución obrera y socialista. Lo que plantea una vez más la necesidad del criterio del Programa de Transición de Trotsky. Demandas democráticas, junto a las económicas, básicas, que emergen como expresión de la crisis del régimen heredado por la dictadura. Es nuestra tarea demostrar que solo el proletariado es capaz de resolver íntegra y efectivamente estos problemas con la Revolución Obrera y Socialista, buscando hacer experiencias concretas a su vez como con la política transicional de la Asamblea Constituyente, libre y soberana, en base a la movilización. “Al proclamar la convocatoria a la Asamblea Constituyente, la socialdemocracia revolucionaria, desde los primeros días de la revolución de 1917, subrayó más de una vez que la república de los soviets es una forma de democracia superior a la república burguesa ordinaria, con su asamblea constituyente”. (…) Para el tránsito del régimen burgués al socialista, para la dictadura del proletariado, la república de los soviets de diputados obreros, soldados y campesinos no es sólo la forma de tipo más elevado de las instituciones democráticas (comparada con la república burguesa ordinaria, coronada por una asamblea constituyente) sino la única forma capaz de asegurar el tránsito menos doloroso posible al socialismo” (Lenin, “Tesis sobre la Asamblea Constituyente”, Diciembre de 1917).
Esta lucha central se combina a su vez con la lucha por la Renacionalización del Cobre y los recursos naturales bajo control obrero, y es parte de la lucha por Educación Gratuita, un Salario igual a la Canasta Familiar, y demás políticas que configuran –hoy- un programa revolucionario.
5. Solo puede ser revolucionario un partido que busque dar respuesta desde el proletariado al problema mapuche, con la demanda de tierra y de auto-determinación de los pueblos originarios, que es la gran cuestión de opresión nacional planteado en Chile. El estado burgués se configuró precisamente sobre la base de la explotación descarnada de los pueblos originarios, de la masacre de comunidades enteras y el saqueo de todos los recursos naturales. Un estado obrero solo se puede configurar sobre el principio contrario, opuesto, esto es, garantizar la satisfacción de las necesidades no solo de los trabajadores y el pueblo pobre, sino sobre todo del pueblo mapuche, quienes tienen derecho, histórico, a sus tierras. ¡Basta de represión a los mapuche!
6. La lucha por la revolución obrera y socialista tiene hoy un obstáculo inmediato: las direcciones burocráticas, reformistas, de colaboración de clases, que le imponen frenos a la lucha como en las movilizaciones por la Educación Gratuita del 2011. Una militancia revolucionaria implica darle obligada jerarquía a la lucha por derrocar a la burocracia.Esta es una posición que no comparten muchas de las organizaciones políticas que están fuera del Partido Comunista, que opinan que los trotskistas del PTR somos “demasiado hostiles y poco dialogantes”. Y esta es una historia de larga data. En los años ´70 el MIR por ejemplo, brindó su “apoyo crítico” al PC en la Unidad Popular. Actualmente no se lee un solo escrito en contra de la burocracia ni del GAP, ni del FEL, ni de ninguna otra organización con peso nacional –mucho menos de organizaciones anarquistas, que niegan conscientemente la necesidad de dar esta batalla-. Pero si nosotros decimos esto hay muchos que se espantan. No es posible construir un partido revolucionario que no de lucha política, lucha de corrientes y lucha de ideas. Contra la burocracia implica la lucha de fracciones en sindicatos, centros de estudiantes, y en ocasiones también la lucha física (como ha quedado demostrado no solo recientemente, sino también en la historia, con trotskistas asesinados por stalinistas). Nuestra lógica es que solo enfrentando al reformismo, a la burocracia, podremos derribar a la burguesía con quien colabora.
7. La posibilidad de desarrollo, crecimiento y expansión de una organización revolucionaria está determinada por la situación política objetiva. No puede haber un partido revolucionario sino hay una situación revolucionaria. Esta es una definición clásica de Marx, Lenin y Trotsky. Pero a su vez, el partido revolucionario no aparece espontáneamente en una situación revolucionaria, sino que es el producto de largos años de preparación, formación y construcción, de ganarse un prestigio y “renombre” entre los trabajadores, pobladores, estudiantes, mapuche (y también el miedo de la burguesía). Las situaciones como sabemos no son siempre revolucionarias. Cambian. A veces abruptamente. Pueden ser pre-revolucionarias, indefinidas, reaccionarias, contrarrevolucionarias. Cada situación posibilitará o hará más difícil la construcción de las organizaciones que tendrán menos o mas influencia, peso e incidencia, dependiendo de cada situación política que se abra (esto no debe entenderse de forma mecánica, es una lógica, de sentido común, que en años de restauración reaccionara como los ´90 por ejemplo no se desarrollaran grandes partidos verdaderamente revolucionarios). Para reflexionar más sobre este punto, queremos revisar algunos fragmentos de las principales etapas de la Historia del Bolchevismo, en Rusia, expuestas por Lenin en “La enfermedad infantil del Izquierdismo en el Comunismo” (1920). Por dos razones: Una, consideramos que está planteada la posibilidad de un giro abrupto en la situación política actual de Chile, es decir, que estallen más intempestivos fenómenos como Aysen, Freirina, Magallanes, y se abran procesos profundos como la lucha del movimiento estudiantil el 2011 y el enorme apoyo social que tuvo, produciendo cambios abruptos y saltos de la situación. Dos, porque queremos volver a las revoluciones del siglo XX, aprender de ellas para el siglo que nos toca por vivir, traer a nuestros días ese “olor a pólvora” que algunos pensaron que iba a evaporarse.
CRONOLOGÍA DEL DESARROLLO DEL PARTIDO BOLCHEVIQUE
• “Años de preparación de la revolución (1903-1905): Presagios de gran tormenta por doquier, fermentación y preparativos en todas las clases. En el extranjero, la prensa de la emigración plantea teóricamente todos los problemas esenciales de la revolución.
• Años de revolución (1905-1907): Todas las clases actúan abiertamente. Todas las concepciones programáticas y tácticas son contrastadas por la acción de las masas. Lucha huelguística sin precedentes en el mundo por su amplitud y dureza. Transformación de la huelga económica en política y de la huelga política a la insurrección. Comprobación práctica de las relaciones existentes entre el proletariado dirigente y los campesinos dirigidos, vacilantes e inestables. Nacimiento, en el desarrollo espontáneo de la lucha, de la forma soviética de organización.
• Años de reacción (1907-1910): El zarismo ha triunfado. Han sido aplastados todos los partidos revolucionarios y de oposición. Abatimiento, desmoralización, escisiones, dispersión. Pero al mismo tiempo, justamente la gran derrota ofrece a los partidos revolucionarios y a la clase revolucionaria una verdadera lección altamente provechosa, una lección de dialéctica histórica, de comprensión, destreza y arte para librar la lucha política. Los amigos se conocen en la desgracia. Los ejércitos derrotados pasan por una buena escuela.
• Años de ascenso (1910-1914): Al principio, el ascenso fue de una lentitud inverosímil; luego, después de los sucesos del Lena, de 1912, algo más rápido. Venciendo dificultades inauditas, los bolcheviques desplazaron a los mencheviques, cuyo papel como agentes de la burguesía en el movimiento obrero fue admirablemente comprendido después de 1905 por toda la burguesía.”
Con estos fragmentos de Lenin lo que queremos es mostrar que hay diferentes situaciones que se pueden abrir a lo largo de la historia de una organización revolucionaria, situaciones reaccionarias y de retroceso, situaciones de ascenso, o escenarios preparatorios. Cada situación exige una tarea o una forma de actuar determinada. La situación en la que estamos hoy en Chile es aún inicial, anterior todavía al primer momento que describe Lenin, estamos ante años de preparación para mayor lucha de clases, giros abruptos, cambios y la entrada en escena de la clase trabajadora.
8. Un partido revolucionario no es siempre igual a si mismo. Los estadios de su construcción varían directamente con los cambios de la situación política. En general se pueden distinguir distintos estadios de desarrollo de una organización revolucionaria:
• Grupo de Propaganda: Momento inicial de una organización. La componen pocos miembros, la actividad se reduce a un grupo pequeño de revolucionarios, con uno, dos o tres fundadores (el SWP norteamericano por ejemplo nace con “tres trotskos” y en base a la intervención en la lucha de clases pega saltos que más tarde lo convierten en un partido de vanguardia). Las tareas son centralmente de propaganda. Debe elaborar un primer periódico regular, buscar su difusión. Posicionar por primera vez una idea y con ello la lucha brutal contra el resto de las corrientes (en Chile con el PC por ejemplo, stalinista, buscando disipar todo germen de trotskismo).
• Liga de Propaganda, pero con rasgos de Acción: Momento de acumulación de una organización revolucionaria, originaria. Con presencia y extensión nacional, posibilidad de acción práctica en estructuras concretas. Nuevos y viejos dirigentes con mayor madurez política. Donde la tarea central es consolidar un bastión desde donde poder golpear.
• Liga de Acción: Momento en donde predomina la posibilidad de acción, pese a tratarse de una organización que es aún reducida en número. Se tiene un bastión o centro de gravedad desde donde poder golpear a la burocracia y a la burguesía consolidado.
• Liga en tránsito hacia Partido: Momento en el que no solo predomina la acción, la existencia de uno o más bastiones, sino que la extensión nacional conquistada, la influencia política, la consolidación de tribunas, permite entrar en un tránsito hacia ser partido.
• Partido de Vanguardia: Momento en el cual la organización revolucionaria está ya preparada para la revolución –y en una situación por lo tanto acorde-, con influencia en sectores de masas, dirigentes y cuadros políticos en las estructuras claves de la producción de la sociedad burguesa (económica pero también intelectual, en instituciones, y a todo nivel).
Pero evidentemente lo que queremos hacer no es manual clasificatorio, esta es solo una muestra de diferentes momentos posibles en el desarrollo de una organización revolucionaria. Si el proceso de construcción de un partido revolucionario depende del desarrollo de una situación que varía, entonces el propio proceso de construcción del partido tiene estadios diversos de desarrollo que también varían, que no son evolutivos, sino que pueden pegar saltos con los cambios de la situación objetiva. El PTR es en este momento una Liga de Propaganda, con rasgos de Acción. Nuestro objetivo es construir un partido para la revolución obrera y socialista.
9. En todo momento de su desarrollo, una organización verdaderamente revolucionaria, constituye su estructura interna en base a los principios del Centralismo Democrático. Esto implica que consideramos una necesidad, histórica, de la clase trabajadora, que se desarrollen grandes dirigentes obreros, estudiantiles, mapuche, mujeres, revolucionarios que cumplan un rol fundamental de conducción (en contra de la concepción anarquista de que los dirigentes no son necesarios); pero a su vez detestamos a la burocracia y vamos a tomar y desarrollar todas las medidas internas, en todo momento, que eviten las diferencias injustas, los privilegios, o cualquier tipo de corrosión de la sociedad burguesa (como el Partido Comunista que por su estrategia de colaboración de clases está compuesto por una importante mayoría de burócratas reformistas). Para nosotros partido no es sinónimo de burocracia, estamos lejos de esa concepción, y lo demostramos con la práctica. Creemos que el partido es su estrategia. Si el partido es burgués sus métodos van a ser los peores. Si el partido es reformista sus métodos van a reproducir los métodos burgueses. Pero si el partido es revolucionario sus métodos van a ser igualmente revolucionarios. El Centralismo Democrático garantiza el funcionamiento democrático interno de una organización revolucionaria, con la realización de Congresos regulares, de deliberación de toda la militancia, y la elección de una Dirección interna en todo momento revocable.
10. Las vías de construcción del partido revolucionario que necesitamos son desde ya muy diversas, pero la clave siempre va a estar puesta en su capacidad de fusión con lo mejor de la vanguardia que emerja de la lucha de clases. Hoy se ha abierto una vía concreta para avanzar en la construcción de una organización revolucionaria frente a nosotros: ha surgido una vanguardia juvenil, de lucha, en las escuelas, universidades y poblaciones, que han “perdido el miedo”, y está dispuesta a enfrentarse en las calles con el estado burgués, su régimen y su policía. Es un cambio en la subjetividad. Se expresa también cultural y musicalmente. Mañana esa vanguardia será obrera y es para eso que nos preparamos. Es nuestra principal tarea dar la lucha necesaria, política, estratégica, de ideas y en la acción, por fusionarnos con los mejores organizadores y luchadores de la vanguardia que emergió. ¿Para qué? ¡Para la revolución obrera y socialista! ¡Para la construcción de un partido revolucionario de trabajadores con una estrategia soviética!
Si te convence esta estrategia. Si no eres capaz de convencernos de que existe una mejor. Entonces te invitamos al II Congreso del PTR durante el 13, 14, 15 y 16 de Julio, que proponemos como una instancia de fusión con todos aquellos que como parte de la vanguardia de lucha están dispuestos a llevar estas ideas ¡ADELANTE! ¡TOMA PARTIDO!
(30/06/2012)
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